En un mundo donde la muerte es un tema a menudo evitado,
existe una profesión dedicada a dignificar el último adiós: la tanatoestética.
Daniela Cervantes, conocida como Dani Creww, nos introduce en este campo poco
explorado, donde la belleza y el respeto se entrelazan en momentos de profundo
dolor.
Del embalsamamiento a la tanatoestética: una evolución
profesional
Dani Crew comenzó su trayectoria como asistente de
embalsamador, una labor que implica la preservación del cuerpo de una persona
fallecida, su motivación surgió de una película asiática que vio en su
juventud, donde un personaje realizaba esta misma tarea, aunque en aquel
entonces no era una profesión bien vista, Dani sintió una vocación.
El embalsamador se encarga de preservar el cuerpo para que
la familia tenga una "vista hermosa" de su ser querido antes de su
partida.
“Los embalsamadores son los que preservan el cuerpo después
de que una persona se va de este mundo. Lo que hacemos es este hacer poner
bello a al servicio porque para nosotros ese servicio, poner bello al servicio
al familiar que ha partido para que su familia tenga una vista hermosa de lo
que era su familiar antes de irse.”
Sin embargo, la tanatoestética va un paso más allá. Como su
nombre lo indica, se enfoca en la "estética del cuerpo", abarcando el
maquillaje, el afeitado y, en casos necesarios, la reconstrucción, detalló.
Un trabajo con desafíos y sensibilidad
La tanatoestética es una profesión que requiere un
"estómago muy fuerte" y una gran sensibilidad. Dani relata dos
experiencias difíciles: “En una ocasión de cuando recién empezaba maquillamos a
una… nos tocó una persona ya de la tercera edad ya partida de este mundo, y la
maquillamos, y su mamá, era la mamá de la chica que contrató ese servicio, se
puso a llorar y nos dijo palabras muy altisonantes, porque la habíamos
maquillado y pues ella en vida no le gustaba el maquillaje”. En otra, relató
que los familiares no querían preservar el cuerpo, pero Dani logró convencerlos
de realizar al menos un maquillaje, cerrar la boca y los ojos, y afeitar.
Recomendaciones para las Familias
Dani enfatiza la importancia de la tranquilidad para los
familiares, pues su trabajo busca ofrecer una imagen serena y hermosa del
difunto, desmitificando los antiguos temores asociados a las funerarias, ya que,
señaló, antes se creía que las funerarias robaban órganos, pero Dani aclara que
esto no es cierto; los órganos nunca se van.
Para adquirir un servicio de tanatoestética, Dani recomienda
buscar una funeraria de confianza. Existen paquetes funerarios que van desde
los básicos hasta los muy caros, e incluso opciones económicas para personas
vulnerables, que incluyen el embalsamamiento a bajo costo.
La tanatoestética en casos extremos
La tanatoestética es crucial en casos donde el cuerpo ha
sufrido daños severos, como en accidentes vehiculares o actos violentos, y el
objetivo es "arreglar al difunto" y "componerlo como se veía en
vida"; sin embargo, hay límites: si el cuerpo está muy dañado, no siempre
es posible la reconstrucción completa. En estos casos, se sella el ataúd y se
coloca una foto.
Diferencias con la momificación y la duración del trabajo
Dani aclara que la tanatoestética no es momificación, aunque
se utilizan químicos similares. La momificación crea momias, mientras que la
preservación del embalsamador no dura mucho y requiere retoques periódicos.
El tiempo de trabajo en tanatoestética varía según el caso,
pudiendo durar desde una hasta seis horas, y los materiales utilizados son los
que se tienen a mano, incluso cera de vela para moldear y maquillar.
Un tema relevante más allá del Día de Muertos
Aunque este tema se aborda en el contexto del Día de
Muertos, Dani subraya que los decesos ocurren a diario, y si bien, actualmente,
Dani no está trabajando activamente en tanatoestética y no cuenta con el equipo
necesario, aún puede realizar trabajos estéticos, por lo que, finalmente refirió
que la tanatoestética es una profesión que, aunque poco conocida, desempeña un
papel fundamental en el proceso de duelo, ofreciendo a las familias la
oportunidad de despedirse de sus seres queridos con una imagen de paz y
dignidad.



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